Siempre me identifiqué con la historia del Dr. Hawkins porque desde joven sufrió de múltiples dolencias físicas, muchas de ellas aparentemente inexplicables. A pesar de sus intentos de cuidar su salud tanto desde el punto de vista nutricional y de estilo de vida, como con meditación y mindfulness; no conseguía mejorar sus síntomas los suficiente.
Como experto en el área de la salud acudió a multitud de profesionales de su campo, tanto médicos como psicólogos y psiquiatras. Pero no conseguía dar con la solución. Su vida era aparentemente perfecta: una carrera profesional exitosa, su mujer, sus hijos… Pero había ciertos bloqueos que no le permitían avanzar y sanar totalmente.
Esto fue así hasta que un día, dio con la clave: perdonar y dejar ir para mantener la paz. Mediante este método consiguió liberarse de las emociones negativas que le impedían la curación completa y consiguió sanar y vivir una vida plena y feliz. Dejar ir consiste básicamente en ser conscientes de nuestras emociones y sentimientos y en vez de anularlos, dejarlos crecer, dejar que sigan su curso simplemente observándolos, sin querer hacer nada o diferente en relación con ellos. De esta manera las emociones se pueden
expresar en nuestro interior libremente, hacen su función y después pueden liberarse o “dejarse ir”.
El proceso es el siguiente: en primer lugar, atreverse a sentir la emoción, sin juzgarla ni intentarla contener, abandonando cualquier resistencia a la misma; además no habrá que fijarse en los pensamientos asociados a la emoción o sensación, sino mantener el foco en la sensación (los pensamientos son sólo excusas de la mente que nos llevan a más pensamientos). Esto habrá que aplicarlo a cualquier tipo de emoción o deseo, de esta manera nos liberaremos también de los apegos y encontraremos el camino a la libertad. Cuanto más practiquemos más nos iremos liberando de sentimientos negativos, y nos daremos cuenta de que la mayoría de los mismos están tan sólo asociados a mecanismos de supervivencia básicos que la mente cree necesarios pero que en absoluto lo son.
Este fue el método que desarrolló este doctor y el cambio que experimentó fue tan radical, que aplicó estas herramientas en consulta durante más de 40 años, para pacientes con todo tipo de dolencias tanto físicas como psíquicas, con notables éxitos y se convirtió en un profesional muy respetado y elogiado por sus colegas de profesión.
Hawkins hace un desglose exhaustivo de la psique y las emociones del ser humano y nos guía en un ascenso en la escala de emociones: desde las más bajas como la depresión o la ira, hasta las más elevadas, como la alegría y la paz. Una vez que nos desprendemos de los estados negativos y los apegos podremos avanzar con fluidez hacia cualquier objetivo que nos propongamos. Podremos, como decía Jesucristo: “estar en el mundo, pero no ser de él”, es decir, disfrutar de la vida, pero sin apegarse a nada, sin “necesitar” nada.
Igual que este doctor, yo investigué y probé en mí misma multitud de métodos de todo tipo y para alcanzar la salud y la paz interior (que van de la mano). Algunos me ayudaron, otros no tanto. Pero finalmente comprendí que sólo alcanzamos la salud plena y niveles elevados de consciencia cuando somos capaces de sentir y dejar ir las emociones negativas que nos mantiene anclados a situaciones dolorosas. El perdón, el amor y la liberación emocional son las llaves que nos abren las puertas a una salud radiante y a una mente llena de luz y libre de nubes negras.
El viaje del stress a la paz no sólo es posible, sino que está a nuestro alcance si nos comprometemos con ello con total firmeza y decisión.