Normalmente cuando pensamos en salud pensamos en ausencia de enfermedades o síntomas, pero la salud es mucho más que eso. La salud es sentirse lleno de energía y vitalidad por las mañanas porque has descansado bien y tienes un propósito vital, la salud es mantenerse activo y sentir tu cuerpo ligero y sin dolores, la salud es tener una vida social agradable, la salud es también tener cierta conexión con nuestro mundo espiritual para sentirnos plenos, la salud es equilibrio y paz interior. Es por eso que para que un plan para mejorar tu salud funcione, tiene que abarcar muchos ámbitos. Cuidar sólo lo que comes y tomar algunas pastillas o suplementos no es suficiente para que de verdad te sientas bien.
Te dejo algunos consejos para que comiences tu autocuidado:
En lo físico algunas buenas ideas son: el ya sabido hacer ejercicio y comer sano, cuidar de tu microbiota intestinal, descansar bien… Pero también llevar ropa cómoda y de tejidos naturales, tomar descansos cuando lo necesites, salir a pasear, exponerse a la luz solar, estar en contacto con la naturaleza lo más posible… Tu cuerpo es tu hogar y merece ser tratado con todo mimo y respeto.
En lo mental puede ayudarte: cuidar tu salud mental y psicológica es imprescindible y más aún en estos tiempos en los que vivimos con tanto stress y prisas. Puedes incluir en tu día a día prácticas de meditación y mindfulness, guardar momentos para el silencio, leer un buen libro, darte un baño de agua caliente con sales, tomarte un fin de semana de descanso en la naturaleza o decir que no a planes y eventos a los que realmente no te apetece asistir.
En lo social te hará sentir mejor: mantener relaciones saludables, aprender a establecer límites sanos, decir NO cuando lo necesites, comunicarte con asertividad… También pasar tiempo con tus familiares y amigos o establecer nuevas amistades apuntándote a nuevas actividades que te gusten y se hagan en grupo. Y recuerda, siempre mejor en persona que virtual.
En lo espiritual te traerá paz: el autocuidado en lo espiritual se trata de conectar con nuestro interior, encontrarle un significado y propósito a la existencia, enfrentarnos a nuestros miedos y limitaciones y ver también la luz que hay dentro de nosotros, también es sentirnos conectados con el Todo. Algunas prácticas que puedes empezar a hacer son: llevar un cuaderno de gratitud, rezar, meditar, conectar con la tierra y la naturaleza, leer algún libro de espiritualidad…
Sé que al principio puede resultar abrumador ver tantas cosas y pensarás, “¡Vaya!, ¡Si ya era difícil comer sano y hacer deporte ahora me dicen que tengo que hacer todo esto también!”. Pero es todo lo contrario, cuando empieces a estar en paz contigo mismo y a sentirte bien física y mentalmente, también disfrutarás cuidándote. Lo que antes te daba pereza, ahora lo harás con ilusión y alegría. Y te darás cuenta de que no hace falta ser perfecto ni hacer todo perfecto, pero si responsabilizarte de tu propia vida y disfrutar con el proceso.
¿Cómo tener una salud real?
09
Abr